martes, 4 de mayo de 2010

Nutrición celular

Nutrición celular

Ante la defectuosa actividad enzimática de detoxificación hepática observada en los casos de fibromialgia, la nutrición ortomolecular propone la utilización de nutrientes correctores para que el hígado pueda realizar la necesaria detoxificación celular, entre ellos los aminoazufrados como taurina, metionina, cisteína y glutatión, y sus cofactores B6 y B9, además de moléculas vegetales ricas en compuestos azufrados como ajo y rábano negro, y oligoelementos catalizadores de las funciones de desintoxicación.

Se aconseja efectuar una adecuada higiene intestinal así como el uso de prebióticos y de antioxidantes que protegen el tejido conjuntivo de la agresión de radicales libres a la vez que regulan ciertos procesos inflamatorios.

Además: "Se produce un efecto analgésico natural cuando en el cerebro mejoran los niveles de serotonina y los receptores de noreprinefina. El 5-hidroxitriptófano mejora los niveles de serotonina en el cerebro, otros nutrientes como fenilalanina o tirosina pueden aumentar los niveles de noreprinefina, y la S-adenosylmetionina (SAM) puede ser efectiva para reducir el dolor crónico" .

En el control de enfermedades agresivas es necesario mantener una óptima producción de moléculas colágenas para lo que, opina, es imprescindible cantidades suficientes de vitamina C, que controla y regula su producción, así como la presencia de lisina y prolina: "La lisina debe ser suministrada en la dieta ya que nuestro organismo no la produce y la prolina puede ser producida pero sólo en cantidades muy limitadas, además de que puede agotarse en enfermedades agresivas sobre el colágeno, por lo que también es recomendable un aporte dietético".

Generalmente quienes están afectados de fibromialgia son personas deprimidas, por lo que si es el caso también hay que tratar las alteraciones bioquímicas relacionadas con tal depresión.

Corrección alimentaria, depuración y reestructuración En primer lugar y respecto a la dieta, la persona diagnosticada de fibromialgia ha de evitar grasas animales (ricas en ácido araquidónico, precursor de prostaglandinas proinflamatorias) y vegetales procesadas o hidrogenadas (preoxidadas y trans, muy nocivas) y café, té, alcohol, azúcar y derivados y tabaco (que estimulan las suprarrenales y pueden provocar agotamiento y pérdida de vitaminas y minerales).

Debe evaluarse una posible intolerancia a ciertos cereales, especialmente trigo y maíz pero también avena y centeno ("En las enfermedades degenerativas, reumáticas, autoinmunes crónicas e intestinales fuertes, deben eliminarse de la dieta todos los cereales, excepto arroz integral, trigo sarraceno, quinoa y mijo") y a los lácteos, ricos en ácido araquidónico y proteínas difíciles de asimilar.

Hay que controlar el consumo de carne, reducirlo y limitarlo únicamente a la de mayor calidad posible, preferiblemente buey y caballo, poco hecha y nunca en la cena. Legumbres con moderación. Debe consumir aceites vegetales de primera presión en frío y abundantes frutas frescas maduras, vegetales y hortalizas crudas y cocidas, e incluir como norma el consumo de proteínas vegetales, sobre todo las derivadas de la soja.

En segundo lugar Hernández Ramos enfatiza evitar la sobrecarga ponderal o sobrepeso.

El tercer paso es la detoxificación celular propiamente dicha, entre uno o dos meses, mediante detoxificantes hepáticos (por ejemplo, taurina, metionina, cisteína, glutatión, rábano negro, selenio, zinc, B6, B9), antioxidantes (vitaminas A, C y E, selenio, manganeso, zinc, resveratrol, viniferina, luteína, antocianos, B6 y B1, ...), higiene intestinal (enzimas, fibra, inulina, glutamina, citroflavonoides), estimulación emuntorial o depurativa (alcachofa, borraja, grosella, ulmaria, desmodium, ...) y vitamina C en dosis óptima. Hernández Ramos menciona la diarrea a la hora de precisar el límite de tolerancia de cada persona a la vitamina C.

En cuarto lugar, la reestructuración biológica, entre dos y seis meses, con antioxidantes (similares a los anteriores), cofactores enzimáticos (sobre todo grupo B y zinc), vitamina C en igual dosis, ácidos grasos omega-3 y omega-6, cóctel de oligoelementos, magnesio, calcio y potasio junto con sus cofactores.

Según cada caso concreto y en función de los antecedentes, órganos en disfunción, cronicidad, etc., puede ser necesario mantener la acción de detoxificación hepática o de higiene intestinal. También, de manera opcional, puede ser conveniente el aporte de aminoácidos (5-hidroxitriptófano, lisina, prolina, tirosina, fenilalanina, ...) o, como última fase, la diatermia conductiva capacitiva, ondas basadas en la electromedicina o aparatología médica no agresiva frente al dolor y la inflamación.

Para terminar, y de una manera general, siempre han de tenerse en cuenta y ser valorados los factores emocionales subyacentes, que pueden complicar la recuperación e incluso representar un factor importante del origen del problema de la fibromialgia.

También debe prestarse atención a la resolución de los problemas del sueño, que aunque lógicamente deben mejorar con el planteamiento descrito, pueden quizás requerir otras acciones específicas, de mano de la fitoterapia, por ejemplo con pasiflora, etc., o de la relajación sicosomática, sofrología, etc.

Así como la práctica de ejercicio físico saludable y en consonancia con la edad y circunstancias propias de cada caso. O el recurso a la osteopatía estructural o sacrocraneal, o la electroestimulación de baja frecuencia.

NUTRICIÓN ORTOMOLECULAR

"... El término ortomolecular lo utilizó por primera vez en 1969 el matemático, físico y bioquímico norteamericano Linus Pauling, al citar en la revista Science los trabajos realizados por el Dr. Hoffer, quien había tratado a pacientes psiquiátricos con suplementaciones proteicas, vitamina C y B3 en cantidades superiores a lo convencional.
Linus Pauling definió la nutrición ortomolecular como la técnica que conserva o recupera la salud óptima variando las concentraciones de sustancias que de manera natural están presentes en nuestro organismo y que son imprescindibles para la buena salud, ..."

"Se trata de una verdadera corrección bioquímica utilizando nutrientes esenciales naturales, presentes en nuestro organismo, tales como aminoácidos, minerales, oligoelementos, enzimas y ácidos grasos. Estos no pueden ser considerados medicamentos, ni por concepto, ni por acción, ni por composición, ya que basándose en el conocimiento de la biología molecular, consiste en aportar estos nutrientes para restaurar la integridad bioquímica de la persona, favoreciendo la activación de las reacciones enzimáticas y aumentando la resistencia orgánica, con el objetivo de preparar un frente ante la oxidación celular y de los tejidos, ... La nutrición ortomolecular ratifica, con el respaldo de la biología nutricional y molecular, el antiguo dicho: somos lo que comemos, ...". Info-Inca nº 1, octubre de 2001, San Sebastián, Guipúzcoa."

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